El gobernador Ron DeSantis y los republicanos de Florida han pasado años convirtiendo agresivamente al estado en un paraíso para la elección de escuelas. Han tenido un gran éxito, con decenas de miles de niños más inscribiéndose en escuelas privadas o charter o educándose en casa.
Ahora, a medida que estos programas crecen, algunos de los distritos escolares más grandes de Florida enfrentan declives de inscripción alarmantes, y luchan con la posibilidad de cierres de campus, ya que los dólares siguen al creciente número de padres que optan por no enviar a sus hijos a escuelas públicas tradicionales.
El énfasis en estos programas ha sido central para los objetivos de DeSantis de remodelar el sistema educativo de Florida, y están listos para otro año de crecimiento. Las políticas escolares de DeSantis ya están influenciando a otros estados con tendencias republicanas, muchos de los cuales han implementado programas de vales similares. Pero Florida ha servido como un laboratorio conservador para una serie de otras políticas, que van desde atacar programas de diversidad en el sector público y privado hasta luchar contra la administración de Biden en inmigración.
"Necesitamos algunos cambios importantes en todo el país", dijo DeSantis el jueves por la noche en la Convención de Educación en Casa de Florida en Kissimmee. "Florida ha mostrado un modelo, y realmente podemos ser un motor para que otros estados adopten muchas de las políticas que hemos implementado".
Los funcionarios de educación en algunos de los condados más grandes del estado buscan reducir costos reutilizando o cerrando campus por completo, incluidos los condados de Broward, Duval y Miami-Dade. Incluso cuando algunas comunidades se movilizan para intentar salvar sus escuelas públicas locales, las escuelas públicas tradicionales se quedan con asientos vacíos y aprietos presupuestarios.
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