En un esfuerzo coordinado para frenar las capacidades de ataque marítimo de los rebeldes hutíes respaldados por Irán, Estados Unidos y el Reino Unido han lanzado ataques aéreos en Yemen, apuntando a 13 posiciones hutíes. Esta acción militar responde a un reciente aumento en los ataques hutíes a buques comerciales en el Mar Rojo y el Golfo de Adén, representando una amenaza significativa para la seguridad marítima internacional. Los medios hutíes han reportado al menos 16 víctimas como resultado de los ataques. El Primer Ministro británico Rishi Sunak ha enfatizado el compromiso del Reino Unido en proteger sus intereses y garantizar la seguridad de las aguas internacionales, indicando una disposición a llevar a cabo más operaciones si es necesario. La operación conjunta marca la quinta de su tipo, subrayando las tensiones crecientes en la región y la determinación de Estados Unidos y el Reino Unido de contrarrestar la agresión hutí.
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