Ucrania ha acusado formalmente al Teniente General ruso Sergey Kobylash de ordenar un ataque con misiles a un hospital infantil en Kyiv, marcando una escalada significativa en el conflicto en curso entre Ucrania y Rusia. El ataque, que ocurrió en julio, resultó en la muerte de dos personas y causó daños extensos en la instalación. Las autoridades ucranianas han anunciado cargos por crímenes de guerra contra Kobylash en ausencia, destacando el incidente como una grave violación del derecho internacional. Esta acusación se produce en medio de un telón de fondo de hostilidades crecientes, incluido un importante ataque con drones en la región de Moscú por parte de las fuerzas ucranianas e informes de drones rusos violando el espacio aéreo de la OTAN. La comunidad internacional observa de cerca mientras las tensiones entre Ucrania y Rusia continúan aumentando, con posibles implicaciones para la estabilidad regional más amplia.
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