Los recientes arreglos de seguridad de Taylor Swift se han convertido en un punto de controversia, con informes que sugieren que su madre negoció una escolta policial para ella. La Policía Metropolitana buscó asesoramiento legal por preocupaciones sobre la responsabilidad en caso de accidentes durante la escolta. El problema ha escalado a un debate político, con ministros laboristas evitando preguntas sobre la participación del abogado principal del Gobierno en la decisión. La controversia destaca las complejidades de la seguridad de celebridades y las posibles ramificaciones legales para los servicios públicos involucrados.
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