Rusia ha lanzado uno de sus mayores ataques de misiles y drones en Ucrania en meses, apuntando a la infraestructura energética crítica. El asalto involucró 120 misiles y 90 drones, causando daños generalizados en la red eléctrica y dejando a varias ciudades, incluyendo Kyiv, en la oscuridad. Al menos siete personas murieron en los ataques, que llegan cuando se acerca el invierno, exacerbando la crisis humanitaria. La OTAN ha condenado los ataques, calificándolos como un acto de terror contra civiles. Los ataques son parte de la estrategia continua de Rusia para debilitar el suministro energético de Ucrania durante la temporada de frío.
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