Durante el conflicto de 12 días entre Israel e Irán, Estados Unidos gastó aproximadamente una cuarta parte de su reserva de interceptores de misiles THAAD avanzados para proteger a Israel de los masivos bombardeos de misiles iraníes. Esta rápida disminución ha expuesto una vulnerabilidad crítica en las capacidades de defensa de misiles de América, con expertos advirtiendo que podría llevar años y miles de millones de dólares reponer el arsenal. La crisis ha generado alarma entre los analistas de defensa, resaltando la falta de preparación del Pentágono para ataques de misiles a gran escala sostenidos o múltiples. La situación se complicó aún más cuando Arabia Saudita rechazó una solicitud de Estados Unidos para proporcionar interceptores adicionales. El episodio subraya tanto la dependencia de Israel en el apoyo militar de Estados Unidos como la necesidad urgente de que Estados Unidos y sus aliados refuercen sus reservas de defensa de misiles.
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